Relata un cuento que en un monasterio había un discípulo que desafiaba siempre a su maestro. Cierta vez, ocultando a sus espaldas a un pájaro que sostenía en las manos, el discípulo se paró desafiante ante el maestro y le preguntó: Maestro, aquí detrás de mi tengo un pájaro. Dígame usted que lo sabe todo: ¿está vivo o está muerto? (De tal modo, si decía que el pájaro estaba vivo lo ahorcaba y si decía que estaba muerto abriría sus manos y lo dejaría volar). El maestro lo miró a los ojos con respeto y compasión, respiró profundamente y con mucho amor le respondió: “Eso depende de ti. La solución… está en tus manos.”
Preciosa lección.
ResponderEliminarMuchas gracias por compartirlo, me ha encantado.
Un saludo afectuoso.
Ascensión.
BELLA LECCION CON TODOS MIS RESPETOS PARA EL MAESTRO Y PARA TI K NOS LO COMPARTES
ResponderEliminarDOLORES
Es genial esto, me hace pensar k en muchos casos exponemos a los demás nuestras posibles soluciones a algo, o bien pedimos consejo o incluso k decidan por nosotros, en lugar de ser nosotros mismos los k decidamos ante una situacion problema.
ResponderEliminar