22 de febrero de 2013

Salven el espectáculo!!!

Lyn Heward es Directora de Creativa de una de las compañías más innovadoras del mundo, Cirque du Soleil; antes fue presidenta y jefa de operaciones de la División de Contenido Creativo.
Desde los primeros años de gestión, Lyn Heward impulsó la creatividad y fomentó una cultura corporativa dinámica. Como líder, afirma que la creación compartida es clave para motivar a la gente. Heward demostró, al frente de varios shows de Cirque, que su capacidad para ejecutar nace de su habilidad para alentar el talento y encender la pasión en otros.

10 de julio de 2012

integridad


En ocasiones, los tiempos difíciles permiten desvelar aspectos positivos.
La recesión económica en tiempos pasados hizo que muchas empresas descubrieran o redescubrieran que la creatividad de las personas era un activo clave para el crecimiento.
El pensamiento creativo genera innovación y pone a punto y en marcha multitud de engranajes en las personas y en las empresas. Así, sabiendo como identificar la creatividad (“los empleados creativos”) y sabiendo como sacar provecho de dicha creatividad, se salió adelante en crisis anteriores. Efectivamente se salió adelante pero por desgracia sin sostenibilidad. La cara más oscura es la inmediatez en la búsqueda de la salida; es algo comprensible. Sin embargo, inaceptable a cualquier precio y en absoluto una vez recuperados. Es como el deportista que tras un gran esfuerzo y entrenamiento, una vez recuperado, se deja estar en una gran comilona de grasas saturadas…
Para abordar la sostenibilidad tenemos los VALORES. El aprendizaje que estamos viviendo actualmente nos debe ayudar a entender y combatir precisamente la crisis de valores que nos ha llevado al drama actual: "Cuando todo vale, nada vale nada".
Abandonar la queja, dejar de culpabilizar a los demás y comenzar a transformar nuestros pensamientos, nuestros hábitos y utilizar nuestra creatividad urgentemente en ACCIONES con el convencimiento que la fuerza más potente que tenemos en nuestra mente y en nuestro corazón para ayudarnos a nosotros mismos y por ende a los demás, sólo y únicamente reside en nuestra INTEGRIDAD, la cual se forja desde el respeto, la unidad, la humildad, el esfuerzo de la perseverancia y la RESPONSABILIDAD.

6 de julio de 2012

reinventar-Se


El pingüino emperador vive en la Antártida que es el lugar más frío del planeta con temperaturas que pueden superar los sesenta grados bajo cero. Los pingüinos son aves y por lo tanto, se espera de ellas que puedan volar. Parece que su mundo natural son los cielos y sin embargo, en su caso son las profundidades del mar, donde bucean para cazar los peces de los que se alimentan. En algún momento de su historia, la Naturaleza les puso en unas circunstancias extraordinariamente duras, con temperaturas tan bajas y con alimentos tan ocultos que ellos tuvieron que renunciar a volar como parte de su identidad previa y aceptar la necesidad de desarrollar nuevas capacidades y de aprender otras habilidades. El resultado fue no sólo que sobrevivieron frente a todo, sino que además crecieron, progresaron y se multiplicaron.

Los seres humanos somos curiosos en nuestras reacciones, porque con no poca frecuencia, ante las circunstancias que no nos gustan, en lugar de entenderlas como una llamada a nuestra propia reinvención, intentamos ignorarlas, rechazarlas, o simplemente nos resignamos a ellas y nos dejamos arrastrar hacia un "dejarnos estar" y hacernos la victima. Es una verdadera lástima que utilicemos la potencia de nuestro cerebro para hundirnos a nosotros mismos, en lugar de para salir reforzados y fortalecidos. Cuando lo que pretendemos es escapar del dolor, evitar el sufrimiento, nuestra mente se posiciona en un lugar completamente diferente que cuando lo que nos interesa es crecer y evolucionar. Paradójicamente cuando nos enfocamos en lo segundo, es cuando nuestras posibilidades de sobrevivir en el nuevo entorno se hacen mucho mayores.

10 de junio de 2012

“el veneno está en la dosis”





La vida y por tanto también nosotros, se construye en un diálogo entre el azar y nuestra responsabilidad versus nuestras acciones. Decir que todo depende del azar es resignarse, rendirse, dejar a cero nuestra capacidad para redirigir o redefinir la vida. Decir que somos nosotros los que podemos hacer todo cuanto queramos, que tenemos todo el poder para crear la realidad a nuestra medida, no tan sólo es una fantasía muy peligrosa para nosotros y nuestro entorno sino más bien un oscuro delirio narcisista y una ególatra ignorancia.

Como siempre “el veneno está en la dosis”. Si nos resignamos porque creemos que no podemos hacer nada y que el destino está escrito, entonces la partida de nuestra vida será dolorosa y seguro que muy aburrida. En el otro extremo, si caemos en un delirio de omnipotencia, las bofetadas que recibiremos serán de tal calibre y tan necesarias que o enloqueceremos o caeremos en una depresión hasta que recobremos el sentido del equilibrio de la realidad.

Entre lo uno y lo otro existe la capacidad de ir desarrollando la lucidez necesaria para saber a dónde podemos llegar, paso a paso, trabajando y esforzándonos en aprender y hacer crecer nuestras capacidades de comprender, amar y actuar. Quizás lo importante es no dejar de hacerse preguntas y de sembrar, cada día, semillas de posibilidades, crear nuevas circunstancias, prepararnos para cuando florezca la oportunidad que nos abra las puertas hacia una nueva realidad deseada y esperada durante mucho tiempo y para la que nos hemos estado preparando. Los resultados de este crecimiento en equilibrio quizás son, simplemente, la combinación de la preparación y la oportunidad. La primera depende de nosotros, la segunda, no tanto, aunque con la práctica, quién sabe….TU DECIDES

3 de junio de 2012

y tú...¿qué piensas?

Percibir los motivos, las creencias, los sentimientos de los seres queridos y extraños es un talento natural de los seres humanos. Pero, ¿cómo lo hacemos? Rebecca Saxe comparte su fascinante trabajo de investigación donde descubre cómo el cerebro genera pensamientos acerca de los pensamientos de otros y juzga sus actos.

18 de mayo de 2012

observar-Se



Todos solemos pensar en cambiar a los demás y poco en cambiarnos a nosotros mismos.
El motivo es bien simple: No vivimos la realidad, sino la imagen que tenemos de ella.
Esto supone que nuestra realidad tiene que ver con el tipo de observador que somos.
Tenemos la capacidad de observar todo lo que pasa a nuestro alrededor, pero se nos escapa vernos a nosotros mismos en ese contexto. Para conseguir esto, tenemos que utilizar nuestra habilidad de despertar nuestra consciencia y ser capaces de vernos a nosotros mismos como pieza central de una representación. De esta forma podemos ser capaces de detectar con claridad los cambios que podemos realizar para favorecer el sistema al que pertenecemos y entender que emociones nos llevan a pensamientos absurdos de cosas que jamas sucederan y averiguar mejor aquellas cosas cuya probabilidad de suceder, aunque muy baja, pueden acontecer al tratarse de un gran deseo-cambio que estamos persiguiendo desde hace mucho tiempo.
Nunca debemos olvidar que lo imposible solo tarda un poco más.