10 de junio de 2012

“el veneno está en la dosis”





La vida y por tanto también nosotros, se construye en un diálogo entre el azar y nuestra responsabilidad versus nuestras acciones. Decir que todo depende del azar es resignarse, rendirse, dejar a cero nuestra capacidad para redirigir o redefinir la vida. Decir que somos nosotros los que podemos hacer todo cuanto queramos, que tenemos todo el poder para crear la realidad a nuestra medida, no tan sólo es una fantasía muy peligrosa para nosotros y nuestro entorno sino más bien un oscuro delirio narcisista y una ególatra ignorancia.

Como siempre “el veneno está en la dosis”. Si nos resignamos porque creemos que no podemos hacer nada y que el destino está escrito, entonces la partida de nuestra vida será dolorosa y seguro que muy aburrida. En el otro extremo, si caemos en un delirio de omnipotencia, las bofetadas que recibiremos serán de tal calibre y tan necesarias que o enloqueceremos o caeremos en una depresión hasta que recobremos el sentido del equilibrio de la realidad.

Entre lo uno y lo otro existe la capacidad de ir desarrollando la lucidez necesaria para saber a dónde podemos llegar, paso a paso, trabajando y esforzándonos en aprender y hacer crecer nuestras capacidades de comprender, amar y actuar. Quizás lo importante es no dejar de hacerse preguntas y de sembrar, cada día, semillas de posibilidades, crear nuevas circunstancias, prepararnos para cuando florezca la oportunidad que nos abra las puertas hacia una nueva realidad deseada y esperada durante mucho tiempo y para la que nos hemos estado preparando. Los resultados de este crecimiento en equilibrio quizás son, simplemente, la combinación de la preparación y la oportunidad. La primera depende de nosotros, la segunda, no tanto, aunque con la práctica, quién sabe….TU DECIDES

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